Comentario
Para la población hinduista de la India el agua de los ríos es una fuente de purificación y de fertilidad, tanto física como espiritual. Por eso, la mayoría de los ríos indios, especialmente los que bañan ciudades de tradición hindú, son tenidos por deidades, como el Ganges, Jumma, Indo, Kistna, etc. Bañarse en el Ganges, Yamuna, Kaveri o Narmada asegura la destrucción de los propios pecados, siendo sus riberas un lugar ideal para practicar incineraciones y cultos funerarios, pues el dios del río llevará las cenizas del difunto hasta Siva, favoreciendo éste la reencarnación.
Especialmente importante es la confluencia de dos ríos o de un río con el mar. Prayag, en Allahabad, donde se junta en Ganges y el Yamuna y un mítico río subterráneo, el Saravasti, es considerado un lugar sagrado, Triveni Sangama (confluencia de tres ríos), al que acuden muchos peregrinos.
El agua del Ganges es objeto de gran veneración. Son muchas las familias que guardan en su casas jarras selladas con agua, empleada para purificar a muertos y moribundos en los rituales domésticos . También sucede a veces que el agua de un río sagrado es llevada hasta otro lugar sagrado y viceversa, produciendo así un intercambio. Esto ocurre, por ejemplo, con el agua del Ganges y la arena de Rameswaram, que son intercambiados, realizando así un peregrinaje circular que pone en relación ambos lugares.
La consagración de un templo hindú fuera de la India se hace vertiendo en su interior agua de un río sagrado hindú mezclada con el agua de un río del país.